Ilustraciones que nos flipan de ⚡MATU SANTAMARIA⚡
Maya no sé si verás este mensaje pero necesito que lo sepas. Sé que ahora no entiendas nada, pero debes saber que algún día, después de muchas noches de reproches y heridas sanará aquello que hoy duele y pesa tanto, tanto…
Estamos programados para lamernos las heridas y perpetuar la especie. No es sólo placer. Esta en nuestro ADN. Nos reproducimos cómo una plaga de hongos sin principio y con un final catastrófico. Me estremece. Y me indigna. Tanta estupidez, el puro egoísmo y la sordera extrema. Ciegos. Sólo vemos lo que queremos ver. Desconectados. Irascibles. Melancólicos. Vacíos.
¿Por qué no pensamos el modo de cambiar esta noche para mejorar mañana? Para ser más honestos, capaces, fuertes y valientes. Morir un poco para resurgir para siempre… ¿Pero cómo? He perdido el alma varias veces y sigo siendo la misma persona frente al espejo.
Maya te seguiré buscando entre suspiros… Para contarte mis anhelos, mis sueños y pesadillas. Todos inquietantes y perturbadores. Quizás el secreto sea recordar que todos los días sale el sol. Y cuándo se sonroja para fundirse a negro nos estremece la emoción de seguir celebrando esta jodida, puta vida. Y ser parte de la leyenda cuándo llegue el último capitulo y empiece una nueva historia. O no.
Maya, últimamente pienso mucho en el paso del tiempo. Y entiendo un poco más aquello de “la insoportable levedad del ser”. La contradicción de no poder con la carga y luego sentir la ingravidez. Una y otra vez. En bucle. Toda la vida. Será porque los años pasan. Viajan, corren y se despiden resonando melodías, gritos, portazos y algún silencio que desaparece como cometas de una galaxia lejana… O simplemente todas las voces del universo se clavan en mi cabeza, cada vez más vieja y llena de sombras…
Reivindica el derecho a soñar, a delirar para seguir caminando y alimentando el alma. Lee. Para no perderte, de tanto buscar. Vive cada día y cada noche. Hasta que llegue tu última aventura. Mientras tanto festeja y venera tu cuerpo, aunque imperfecto -como todos- te acompañará siempre. Cuídalo. El viaje espero sea largo.
Maya estoy tejiendo un hilo de colores para ti y para mi. Será infinito para que puedas volar. Sé que odias las jaulas. Y hay tanto cielo y tantos caminos que nos unen a pesar de la distancia; que estoy deseando que regreses o buscarte. Quiero ver tu sonrisa, sincera, iluminando mi cara, como el rayo de luz cuando entra por la ventana. Y sentir que al darte la mano me regalas el más grande de los abrazos. Y algo de arte, una poesía, un baile, un sueño, un calidoscopio, una flor, un planeta. El mar. La periferia.
Somos insignificantes y poderosos. Capaces de hundirnos, de derrumbarnos, confundidos, por preguntas, por el peso de la culpa y los arrepentimientos… Pero únicos en levantarnos, una y otra vez. Nos despierta la magia del amor, las ganas de saber más, de compartir momentos, lenguas y conexiones.
Se acaba mi tiempo. Tengo que volver. Lanzaré este mensaje en medio de un mar oscuro. Y esperaré que llegue a ti cómo un cometa. O una estrella antigua.